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24/03/2023 - 20:14 - Madrid (España)

Atlético de Madrid se proclamó campeón de la Supercopa de Europa

Los de Simeone consiguen su tercera Supercopa Europea en un partido con alternativas. Diego Costa fue el mejor y gustaron los fichajes rojiblancos

El Atlético le devuelve (en pequeño) al Madrid el disgusto de las prórrogas europeas. Gana por fin y sobre todo ilusiona porque gustan sus refuerzos y le aparece una forma distinta de jugar. Y todo eso sin Griezmann, que estuvo pero como si no hubiera estado. El Madrid pierde su primera final internacional desde el 2000 y deja apuntes de buen juego coral de toque y una recapacitación de Benzema, pero la sensación de que le faltan cosas: exuberancia, gol, el hambre milenaria de Cristiano. Su histórica plantilla se ha visto erosionada cada año. El coste de la vida sube para todos y lo que tiene el Madrid es menos de lo que tenía.

FICHA DE PARTIDO

Estadio: A. Le Coq ArenaReal Madrid

  • 1Keylor Navas
  • 4Sergio Ramos
  • 2Carvajal
  • 5Varane
  • 12Marcelo
  • 22Isco
  • 11Bale
  • 14Casemiro
  • 8Kroos
  • 20Marco Asensio
  • 9Benzema

Atlético

  • 13Oblak
  • 20Juanfran
  • 15Savic
  • 2Godín
  • 21Lucas
  • 11Thomas Lemar
  • 6Koke
  • 14Rodrigo
  • 8Saúl
  • 7Griezmann
  • 19Diego Costa
  • Banquillo
  • 28Vinicius Júnior
  • 21Borja Mayoral
  • 6Nacho
  • 29Reguilón
  • 24Dani Ceballos
  • 26Andriy Lunin
  • 31Javier Sánchez de Felipe
  • 10Modric
  • 13Casilla
  • 27Federico Valverde
  • 17Lucas Vázquez
  • 18M. Llorente
  • Banquillo
  • 4Santiago Arias
  • 37Alejandro Dos Santos Ferreira
  • 1Adán
  • 3Filipe Luís
  • 10Correa
  • 9Nikola Kalinic
  • 5Thomas
  • 23Vitolo
  • 18Gelson Dany Batalha Martins
  • 24Giménez
  • 30Olabe
  • Goles
  • Benzema 26'
  • Sergio Ramos 62'
  • Goles
  • Diego Costa 0'
  • Diego Costa 78'
  • Saúl 97'
  • Koke 103'

Árbitro: Szymon Marciniak

El partido comenzó con el gol más rápido en una final europea. 50 segundos tardó Costa en hacerlo todo ante un Ramos contemplativo.

El Atlético empezó mandando. Cinco minutos de toque, "voluntad-de-pelota" y presión arriba.

El Madrid respondió buscando a Bale y, alrededor del minuto 10, con el comienzo de un juego elaborado y dinámico que recordaba a los momentos mejores de Ancelotti y su centrocampismo. También presionaba. Los dos equipos se acercaban un poco el uno al otro: el Atlético con vislumbres de buen toque y el Madrid con arrebatos de presión organizada. El 4-3-3 se convertía en un 4-2-3-1 que retrasaba a Kroos como comienzo del juego con unos primeros pases fabulosos.

Ante la ausencia de Cristiano, los jugadores parecían asumir solidariamente una mayor responsabilidad. Lo que hacían antes y un poco más. Benzema y Marcelo organizaron, en una especie de sostenido dúo, el principal canal de juego durante la primera parte. Asensio apareció también en el 17 con un taconazo que paró Oblak.

Del 10 al 20, el Atlético sobre todo defendió, con un Lemar correoso, inteligente, instintivamente cholista por las dos bandas.

El fútbol colectivo del Madrid trajo el empate de Benzema tras una gran jugada de Bale. Dio el gol con su derecha y poco después pudo dar otro con la izquierda en una contra en la que Asensio dudó en el área por ser demasiado zurdo, un tipo de jugada en la que se le debe empezar a exigir mediante la fácil (aunque odiosa) comparación con Raúl. Debe centrarse como 7. Ser 7 posicionalmente y ser 7 como goleador. Sin Cristiano, tiene que haber exigencias concretas.

Isco, perdido en zonas muy interiores, comenzó a aparecer (bien de espaldas) y sobre todo lo hizo Casemiro, con cortes e intimidación táctica.

El Atético, sin embargo, respondió a los mejores minutos del Madrid (posesión del 70% en ese instante, aproximadamente). Subió el juego, recuperó el balón, volvió al campo ajeno y Lemar tuvo algunas buenas conducciones sin acierto en el pase. Su primer regate siempre sale airoso. Dieo Costa aparecía mucho y resultaban constantes y casi familiares, incluso entrañables, sus clásicos encontronazos con Ramos. Griezmann era un problema porque no estaba, y se vio en Rodrigo una autoridad grande y sin aspavientos que situaba a Saúl y a Koke como lugartenientes naturales.

Había sido una gran primera mitad. Hasta ese momento, el derby de fútbol quizás mejor jugado, menos trabado de los últimos años.

Tras el descanso, el Atlético alargó las jugadas. Es un equipo ya anfibio: lo de siempre pero con una mayor calidad para jugar de otra forma. El Madrid tardaba en robar.

Lopetegui cambió a Asensio por Modric y en el Atlético entró Correa por un Griezmann lejos de su forma. Antes de que se animara a combinar un Madrid repleto de medios (hubo un pase de primera clase de Isco a Bale), llegó el penalti, unas manos no del todo conscientes de Juanfran. Ramos no lo falló y redimió su pasmo del primer minuto.

El Atlético notó el golpe, se fue del partido unos minutos y en el Madrid brilló su media, que es su ventaja competitiva.

Bale pudo correr y Varane remató con peligro en un córner. En el Madrid pesaba el centrocampismo pero faltaba algo: era una appinstalada, pero no ejecutada, una ballesta sin flecha, y no por Benzema, que fue el mejor con movimientos para todos. El Atlético pasaba siempre por Lemar y el Madrid se recostaba demasiado en su área, la chaise longue de Casemiro, que acabó con problemas físicos. Quizás forzó muy pronto un partido así, pero entre él y Llorente no hay color. Esos saltos de nivel son uno de los problemas del Madrid.

El Atlético siguió a lo suyo, con el liderazgo inmediato de Lemar por las bandas y también por el centro, y el Madrid se convirtió en algo blando, muy relajado o cansado. En una larga jugada con error de Marcelo, Diego Costa, el mejor del partido y sin duda el más determinante, marcó el 2-2.

La segunda parte del Madrid tuvo momentos decepcionantes. Demasiados jugadores por detrás de la pelota, Marcelo y Benzema menos brillantes, y el equipo echado atrás. Salió Lucas para darle punta al lápiz cuando el cansancio ya era general y todo se encaminaba a la prórroga. El efecto de Lucas (sin Morata, sin James...) ya no es el que era porque algo que no es solo Cristiano ha cambiado.

Tras los 90, dominó de inicio más el Madrid pero marcó el Atlético: error de Varane que remató Saúl con un golazo a su estilo. Un Costa despótico le fabricó después el cuarto a Koke. Éxtasis rojiblanco en Tallin y un Madrid yéndose a menos como hacía muchos años.

Fuente: ABC / Hughes

Escrito por Vasilis Aggelakopoulos

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