Una persona ciega pagó 930 euros en un bar de Petrer (Alicante) por una consumición que costó 9,30 euros. El suceso ocurrió cuando un invidente tuvo que pagar por bizum lo que había tomado porque su tarjeta no funcionaba. Sin embargo, no puso la coma y terminó haciendo una transferencia de 930 euros, 100 veces más de lo que debía.